amanece

Las mañanas de invierno son frias como icebergs por estos dias, pero aun asi sobrevivimos a ellas.
Abro los ojos y me encuentro con oscuridad. Escucho en mi puerta una voz conocida.
Todo esta donde mismo. Es una rutina perfecta, ningun movimiento es nuevo ni distinto al del dia anterior.
Las caras del camino son triviales, el metro avanza con la misma rapidez de siempre.
Una amiga me espera en la próxima estación, que bueno es sentirse acompañado en aquel mar de extraños.
Pero... siento...hay algo que cambió, ¿qué fue? ¿Fui yo?

Nada podría ser mejor

lo más doloroso

No niego los buenos momentos, creo que son invaluables, tampoco los opaco con los malos, puesto que son cosas totalmente diferentes, pero si creo que compararlos para hacerme preguntas es lo mas común.

Nunca he creído que ser controlar el universo sea tarea fácil, si es que un Dios existe lo más difícil de su trabajo debe ser el tener en sus manos la vida de quien sabe cuánta cantidad de seres.
Afortunadamente mi misión no es esa. Nunca he querido controlar nada, no soy ese tipo de persona, pero ¿Qué tipo de persona soy?... Puedo decir en algunas palabras que me encanta sentir afecto de los demás, prefiero los abrazos a los besos y me preocupo mucho por quienes quiero, a veces demasiado, es algo que trato de mejorar. También debo decir que nunca tengo malas intensiones con la gente, creo que ser una persona normal en mi entorno, río de vez en cuando y siempre olvido las cosas importantes cuando me encuentro aquella persona a la que debía decírselo. Amo cuando los demás sonríen con mi música, que las mañanas de invierno sean de a dos o que un llamado sea oportuno para así tener la esperanza de que el próximo venga de la mano con el anterior.
No me gusta mentir, ya lo he dicho, por esto es que me gusta ser claro, aunque a veces no se como expresarlo.
¿Tú, entiendes?

¿Por qué corriste? Es algo que nunca sabré... esperaba al menos un adios